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Traducido por Jo &Vane-1095
Corregido por Mel Cipriano.
Pensé cuán mala era la idea del beso exactamente
tres
segundos antes de dejar de pensar en todo junto.
Su lengua
se deslizo en mi boca, buscando, furiosa y
demandante. Era
pasión en su forma más cruda. Yo siempre había
pretendido
la química cuando los directores hablaban sobre
los actores teniéndola
juntos en un escenario, pero ahora la tenía. Lo
que sea que pasó cuando
me tocó fue como una reacción química, las
moléculas cambiando,
desplazándose, y desprendiendo calor.
Dios, estaba tan caliente.
Carcajadas que reconocí como de Kelsey cortaron a
través de la
neblina de mi mente, y me arrancaron de Garrick.
Había otros estudiantes
fuera esperando para entrar. ¿Cuánto tiempo había
estado allí sola con
él?
Dio un paso hacia delante para seguirme, y levanté
mi mano.
—¡Detente! ¡Detenlo! ¡No puedes sólo hacer eso!
¡Dijimos que lo
olvidaríamos! ¡Lo dijiste, de hecho! ¡No puedes
decir algo y luego hacerlo!
—Lo siento. —No parecía arrepentido. Parecía que
quería hacerlo
de nuevo.
Negué con la cabeza y me moví hacia la puerta.
—Espera, Bliss, lo siento. No va a suceder de
nuevo, ¿De acuerdo?
—Está bien. —Eso fue lo que dije, pero no se
sentía nada bien. El
actuó como si yo no quisiera ese beso tanto como
él lo hacía, pero ¡Hola!
¡Tenia tanto que perder aquí como él! ¿Por qué
era yo la única pensando
en las consecuencias?
Salí para escuchar a Dom fanfarroneando con un
par de chicos que
se habían reunido cerca de las puertas. —El tipo
es un completo idiota.
Actuó como si hubiera estado tratando de violarla
o algo así. Fue sólo un
beso. No es como si nosotros no lo hubiéramos
hecho antes.
P
Rodé mis ojos. —Y de alguna manera fue incluso
peor de lo que era
antes. ¿No se supone que mejoras con el tiempo,
Dom? —Sus amigos se
rieron, pero escuché a Dom llamarme puta.
Seguí caminado. Tuve el tiempo suficiente para
comprar la más
grande taza de café antes de que pudiera
encontrar mi próxima clase.
El resto de la semana trascurrió sin incidentes,
afortunadamente.
Garrick mantuvo su distancia, y tenía suficiente
pasando para mantenerme
distraída. Habíamos obtenido nuestras
asignaciones en dirección, lo que
significaba que era hora de apretarse el cinturón
y leer lo que podría
encontrarse en escena. El viernes en Preparación
de Egresados hablamos
acerca de nuestras audiciones, y él nos asignó un
poco de lectura sobre la
Asociación de Equidad de Actores. Así que pasé la
mayor parte del fin de
semana escaneando a través de todos los papeles
que poseía (y la
mayoría de Cade), y leyendo el desglose más
aburrido de la AEA
conocido del mundo.
La semana siguiente eran las inscripciones para
nuestra primer
Audición de Escenario Principal este trimestre, y
la siguiente la última para
mí. Si no me iba bien el viernes, sólo tenía otra
oportunidad más para otro
show antes de graduarme. Había estado en el
primer show del año, y en
otro escenario―logrado, pero nada desde entonces.
Ya me habían
ofrecido ser Director de escena del último show
del año, pero estaba
demasiado asustada para aceptar todavía, en caso
de que no lograra
este papel. Dios, eso realmente empezaba a
golpearme. Estaba a punto
de graduarme, y mi vida no se encontraba en
ninguna parte cerca de
donde yo pensaba estar.
Cuando empecé la escuela tres años y medio antes,
creía que para
ahora ya tendría un plan. Pensaba que sabría
positivamente lo que quería
hacer y hacia dónde me dirigía. Y si era honesta…
esperaba haber
conocido al chico con el que me casaría. Es
decir, cada pareja casada
de la que sabia se había conocido en la
universidad, y allí estaba yo a tan
sólo unos meses de distancia, y la idea del
matrimonio en este momento
parecía demasiado absurda para mí.
No ayudaba la pregunta inmediata de mamá cada vez
que
hablábamos. —¿Has conocido a alguien? —Me
pregunté abiertamente
como reaccionaría ella si le dijera el estado
actual de mi vida amorosa la
próxima vez que habláramos. Quizá se volvería
loca. Quizá preguntaría
cuándo planeábamos casarnos, era difícil saber
con mamá, a veces.
¿Cómo se pude decidir con quién pasar el resto de
tu vida a esa
edad? ¡Ni siquiera puedo decidir qué quiero para
la cena! ¡No puedo
decidir si quiero ser actriz, a pesar de que ya
tengo 35.000 dólares en
prestamos estudiantiles que me decían que, segura
como el infierno, mejor
ser actriz!
Al final de la semana de audición, la cosa con Garrick
empezaba a
sentirse como “no es gran cosa”, me mantuve
diciendo que lo era.
Llegaba a clase en el último minuto y usualmente
era la primera en salir de
la habitación. Fiel a su palabra, él se mantuvo
profesional en clases, lo que
realmente quería decir que sólo interactuábamos
lo mínimo. Nunca lo vi en
el Grind de nuevo, y habíamos pasado mucho tiempo
allí.
Él estaba en las audiciones, junto con otros
miembros de la facultad.
Y ni siquiera su presencia podía frenar mi
entusiasmo por este espectáculo.
Como actriz, estaba siempre cada vez mas atraída
por los clásicos roles
contemporáneos (de ahí la obsesión por
Shakespeare), y estábamos
finalmente haciendo un show Griego (bueno… una
traducción de un
espectáculo Griego, de todos modos). Pero, al
menos, tenía una gran
comprensión de mi personaje cuando hice la
prueba. Claro, Fedra
codiciaba a su hijastro, no a su profesor, pero
los sentimientos eran los
mismos.
No había querido tanto un papel en mucho tiempo.
Cuando llegó mi turno para entrar al teatro para
las audiciones, me
sentía bien, confiada. Conocía mis líneas.
Conocía mi personaje. Sabía lo
que era querer a alguien que no se puede tener. Y
más que nada… sabía
lo que era querer y no querer algo, todo al mismo
tiempo. Me serví hasta la
última gota de lujuria y miedo, la duda y la
vergüenza en ese minuto y a
mitad de la actuación. Me abrí de una manera en
que nunca lo había
hecho en la vida real, porque aquí… aquí podía
desahogarme y tratar de
pretender que no se trataba de mí… Fingir que era
acerca de Fedra. Era
más honesta bajo el calor de las luces de lo que
nunca fui a la luz del día.
Y en cuestión de minutos todo había terminado, y
estaba de vuelta
en la sala de espera, preguntándome si fue
suficiente.
Cuando las audiciones terminaron, nos fuimos a celebrarlo.
Se fijarían
las re-llamadas en la mañana, y esa seria una
cosa totalmente nueva para
preocuparme, pero por ahora, estaba fuera de mis
manos.
Todos juntos (en su mayoría alumnos de último y
tercer curso),
tomamos una sección entera en StubleInn. Aunque
estábamos en mesas
separadas, hablábamos cruzando la habitación de
punta a punta y no nos
importaba a cuantas personas molestábamos.
Empezamos la noche con un trago de tequila, que
era un poco
demasiado cerca de mi misteriosa noche aquí con
Garrick, pero me
encogí de hombros. Estaba con amigos. Sería algo
bueno para relajarse y
pasar el rato.
Yo estaba en la mesa con Cade y Kelsey, por
supuesto. Lindsay
también se encontraba allí, junto a Jeremy, un
lindo estudiante de
segundo curso con el que me había emborrachado el
año pasado. Él se
había pegado mucho, después de entonces, pero
estaba bastante segura
de que sabía que nada iba a suceder entre
nosotros. Por estos días él
concentraba su mirada en nuestra hermosa, loca
por sexo residente,
Kelsey. Luego estaba Victoria, que fácilmente
habría podido pasar por
Kelsey, y la adorable Lindsay, quien tenía las
tetas de Kelsey (y su
guarrismo), pero la actitud de Lindsay de
odio-a-todo-el-mundo.
Finalizando la mesa estaba Rusty, quien era más o
menos el reo de todas
las cosas al azar y divertidas.
Jeremy era el único demasiado joven para beber,
pero la mesera ni
siquiera se molestó en revisar las
identificaciones de toda la mesa. Ella miró
el ID de Cade, y luego sólo escaneó a los otros.
Pedimos bebidas, comida,
y luego algo más de bebidas.
Me estaba sintiendo bastante bien para el momento
en que la
charla rondó hacia las audiciones.
Fue Rusty quien rompió el hielo. —Así que… ¿Qué
sobre esa obra del
incesto?
Rodé mis ojos. —No es incesto, Rusty. No están
relacionados por la
sangre.
—No importa —se encogió de hombros—. Tengo una
madrastra, y
cagaría mis pantalones si se me insinuara.
Kelsey rió. —Eso probablemente tiene más que ver
contigo siendo
gay.
—He conocido a tu madrastra. Ella puede
insinuárseme cuando sea
—dijo Cade.
Si fueran distintas personas, Rusty se habría
enojado, tal vez
golpeado a Cade en el brazo… o en el rostro. En
su lugar, se dieron los
cinco.
—En serio, sin embargo, ¿Cómo lo hicieron todos?
—preguntóRusty—.
Yo apesté. Tendré suerte si obtengo el papel del
soldado número dos o el
sirviente.
Kelsey se metió. —Mataría por interpretar a
Afrodita. Quiero decir,
¿Quién más tiene los pechos para eso?
Victoria levantó su mano. —Um, ¿Hola? ¿Tus ojos
no funcionan? —
Hizo gestos a su pecho.
—Vamos, ¿Siquiera quieres ser Afrodita?
—Infiernos, no —dijo Victoria—. Pero eso no
quiere decir que mis
pechos no estén resentidos por que los ignoras.
Todos rieron. Jeremy generalmente se quedaba
bastante callado
cuando estábamos todos afuera juntos. Supongo que
podría ser difícil
seguirnos, considerando que hemos pasado cada
momento despiertos
juntos, por los pasados cuatro años, y él era el
nuevo en el grupo.
—¿Qué tal tú, Bliss? —preguntó Lindsay—. Todos
sabemos que te
estás mojando con sólo pensar en esto.
Debí haberme sonrojado, si mis mejillas no
estuvieran ya sonrojadas
por el alcohol.
—Pienso que fue bien. Yo sólo… realmente quiero
ser Fedra, ¿Sabes?
Kelsey explotó riendo, y la pateé bajo la mesa.
Cade me sonrió. —¿Qué? ¿Estás deseando a algún
miembro de la
familia que nunca he conocido?
Empujé su hombro, y él rió, envolviendo sus
brazos alrededor de mí y
acercándome.
—Estoy bromeando, nena.
—Yo sólo… entiendo lo que es querer algo, pero
tratar y forzarte a
realmente creer que no lo quieres. No significa
que tenga que ser sobre el
amor. Es sobre querer algo que no puedes tener o
algo que no crees que
te merezcas. Infierno, queremos los papeles que
nuestros amigos tienen,
aún cuando son nuestros amigos y deberíamos estar
felices por ellos. Nos
sentamos en el público y pensamos sobre cómo lo
habríamos hecho.
Queremos lo que no podemos tener. Es la
naturaleza humana.
Debo haberme alejado un poco. La mesa estaba en
silencio cuando
terminé.
Hasta que Rusty dijo—: ¡Claramente no estás lo
suficientemente
borracha! —Así que bebimos más, y nuestra comida
llegó, luciendo
grasosa y gloriosa.
—Ustedes chicos se dan cuenta de que hay un tema
muy
importante del que no hemos hablado. —Victoria
levantó una ceja, y
continuó: —Profesor soy el sexo encarnado y
probablemente podría
embarazarte con sólo mirarte.
La mayoría de los chicos alrededor de la mesa
(menos Rusty)
gimieron, mientras que la mayoría de las chicas
(menos yo), además de
Rusty, dijeron variadas formas de “¡Infiernos,
sí!”
Victoria se abanicó. —En serio, ese primer día,
cuando habló, creo
que sólo su acento casi me da un orgasmo.
Me quedé callada, y Kelsey también, enviándome
una mirada
inquisidora.
Podía excusarme e ir al baño. ¿Parecería bizarro?
No es como si no
hubiera tenido mucho para beber.
—Kelsey, ¿Por qué no me estás apoyando aquí?
—preguntó
Victoria—. ¿Puedo sólo reclamarlo para tan pronto
nos graduemos?
Intenté mantener mi rostro pasivo.
Kelsey sonrió. —Oh, sí, es lindo. Pero es
demasiado cuidadoso y
apropiado para mí. Me gusta un tipo que sea más
peligroso. —Le guiñó a
Jeremy, y estoy segura de que su mandíbula se
hubiera separado si
hubiera caído más abajo.
—¿Qué? ¿Su motocicleta no es lo suficientemente
peligrosa para ti?
—preguntó Cade.
—¿Tiene una motocicleta? ¡No sabía eso! —Me envió
una mirada
acusadora como si estuviera traicionándola por no
confiarle ese pedazo
de información.
—¿Qué pasó con él y Dom? —me preguntó Lindsay—.
Dom todavía
esta alegando sobre cómo lo maltrató durante su
audición.
La mano de Cade se deslizó desde la parte de
atrás de la cabina
para rodear mis hombros, y me dio un rápido
apretón.
—Dom es sólo un patán. El señor Taylor sólo lo
alejó de mí, eso es
todo.
Rusty sonrió y nos apuntó a Cade y a mí: —Ustedes
dos son tan lindos.
“Oh el señor Taylor esto y el señor Taylor aquello”.
Creo que son los únicos
que todavía lo tratan como un profesor en lugar
de un pedazo de carne.
Rodé mis ojos. Nunca lo había llamado señor
Taylor en su cara, pero
se sentía raro hablar de él con otra gente y
llamarlo Garrick. Sentía como si
pudieran ser capaces de leer todos los secretos
en mi rostro, y sabrían
exactamente qué tan poco profesor lo consideraba.
Tal vez sí necesitaba ese momento en el baño
después de todo.
Codeé a Cade, y salió de la banca, dejándome ir.
Cada paso lejos de la
cabina, mi ansiedad se calmaba. Me quedaría lejos
por unos minutos,
luego, cuando regresara, estarían en una
completamente diferente
conversación, y todo estaría bien.
Estaba caminando por el bar cuando escuché mi
nombre.
—¡Bliss!
Me giré, pero no vi a nadie.
—¡Bliss!
La voz estaba más cerca, y esta vez cuando vi el
bar, lo vi —el Chico
Barista.
Sonreí, e intente parecer feliz de verlo. Pero
honestamente… ni
siquiera podía recordar su nombre. Hubo muchas
otras cosas que alejaron
mi concentración esa noche. Como siempre que
pensaba en Garrick, mi
estómago giró y tuve que concentrarme para no
perderme en los
recuerdos.
Cuando estábamos alejados de la barra, el Chico
Barista dijo: —
Oye… espero que no sea extraño que recuerde tu
nombre.
Lo era. Un poco.
—Prometo no enloquecer, si me perdonas por no
recordar el tuyo.
Sus labios bajaron en un fruncimiento breve antes
de que sonriera y
dijera: —Brandon.
—Cierto, Brandon. Por supuesto. Lo siento. Ha
sido una larga semana.
—Bueno, déjame hacerla un poco mejor. —Sacó un vaso
y me sirvió
un chupito de tequila—. Va por la casa.
Me sentí rara tomando el chupito sola, pero no
podía rechazarlo. Así
que, le agradecí, me encogí de hombros, y lo bajé
de un trago.
Me reí, no porque algo fuera gracioso, sólo
porque parecía la cosa
correcta que hacer.
—Escucha —comenzó Brandon—, no quiero venir
demasiado
potente, pero ¿Quieres salir alguna vez?
¿Quería salir con él? Más importante, ¿Quería
acostarme con él?
A pesar de toda la locura con Garrick, todavía
era virgen. Y todavía
deseaba no serlo. Aquí había otra oportunidad
para arreglar eso… una
que no involucraba romper reglas de la
universidad y arriesgar la expulsión.
Lo miré. Kelsey tenía razón; era lindo. Y
definitivamente estaba interesado.
Intenté imaginarme cómo sería acostarme con él.
Intenté
imaginarme quitándonos nuestras ropas, sus manos
contra mi piel, sus
labios contra los míos. Intenté, pero cada imagen
que conjuraba era de
Garrick haciendo esas cosas, no Brandon.
Demonios, ¿Por qué no podía sólo chasquear mis
dedos y dejar de
ser virgen? ¿Por qué tenía que estar involucrado
el sexo? Y ¿Por qué no
podía dejar de pensar en Garrick, pero me había
retractado de tener sexo
con él?
¿Por qué mi cerebro se negaba absolutamente a
tener sentido?
Brandon respondió su pregunta él mismo. —Supongo
que eso es
probablemente un no. Usualmente lo es si toma
tanto tiempo responder.
Sonreí, una tensa sonrisa de labios cerrados. —Lo
siento. Pareces
agradable, pero sólo no estoy así de interesada…
justo ahora. —Demonios,
siempre hacía eso. Apestaba en las
confrontaciones, así que siempre
agregaba frases como “justo ahora.”
Brandon asintió. —Está bien. No te preocupes por
eso. Yo, uh, mejor
vuelvo al trabajo.
No esperó por mi respuesta antes de caminar la
longitud de la barra
para ayudar a un cliente en el final. Suspirando,
hice mi camino al baño,
donde me tiré algo de agua en el rostro.
No ayudó al caos en mi cerebro, pero podía sentir
el alcohol
cosquilleando en mi estómago y eso, al menos, me
hacía sentir mejor con
el caos.
Volví a la mesa, donde otros dos chupitos me
estaban esperando,
cortesía de Cade y, por fortuna, la conversación
estaba en otro rumor que
no involucraba a Garrik. Para el momento en que
tuvimos la siguiente
ronda, mi piel se sentía como una cálida manta y
mi garganta dolía por
reír con cosas que podían o no haber sido
graciosas realmente. Estábamos
todos lo suficientemente idos como para que
nuestras conversaciones
recayeran en fragmentos, chistes internos, y
risa.
—Estoy tan borracho —comenzó Rusty—, que sólo
quiero sentarme
en mi auto y tocar acordeón hasta que esté
sobrio.
Mi risa fue embarazosamente fuerte. —¿Tienes un
acordeón?
—Infiernos, sí, lo tengo. ¿Quieres escucharme
tocar?
—¡Por supuesto!
Dejé mi billetera con Cade, para que pudiera
pagar por lo mío. Le di
un beso descuidado en la mejilla como recompensa.
—¡Oh! ¡Yo también! ¡Yo también! —chilló Kelsey.
Le dio su billetera a
Cade también, con una palmada en la cabeza en
lugar del beso, y Rusty
envolvió un brazo alrededor de ambas.
—¡Tomen nota, chicos! ¡Las chicas siempre aman a
un hombre que
puede tocar un instrumento!
Lindsay bufó. —¡A tu instrumento ni siquiera le
gustan las chicas,
Rusty!
—¡No quiere decir que a ellos no les guste!
Estoy segura de que el volumen en el bar bajó
hasta la mitad
cuando nos fuimos, pero no pude notar la
diferencia. Todavía sentía ruidos
en mi cabeza. Luego de unos pocos minutos, el
resto del grupo se nos unió
afuera en el capó del auto de Rusty, donde estaba
tocando su acordeón
y cantando una canción que dijo que era francesa
(pero estoy bastante
segura que eran sólo tonterías).
No nos importaba realmente. Luego de unos
minutos, todos nos
sabíamos las tonterías lo suficiente para cantar
con él. Le dimos una
serenata a los clientes del bar mientras
deambulaban a sus autos a las 2
AM. Cantamos en inglés y tonterías. Cantamos
BritneySpears y Madonna y
el Fantasma de la Opera. Cade hizo un ridículo
rap donde rimó tal vez, con
sarna. Y continuamos dando serenatas hasta que
todos se habían ido, y el
dueño vino para decirnos que nos perdiéramos.
Todos estábamos demasiado borrachos para manejar,
excepto tal
vez Jeremy, pero ninguno de nuestros autos era lo
suficientemente grandes
para meternos a todos.
Así que en un capricho dije: —Vayamos a mi casa.
Está como a
medio kilómetro de aquí, pero estoy segura de que
tengo vodka en mi
refrigerador.
Así que con un grito de guerra de “¡Vodka!”
salimos.
Iba a arrepentirme de esa noche después, pero
entonces, sólo no
había querido que terminara.
12
Traducido por perpi27
Corregido por Melky2012
En algún lugar entre la barra y mi apartamento,
perdí mis
zapatos.
Eran tacones bajos, pero estaban matando a mis
pies igual
que siempre. Así que simplemente me agaché y me
los quité.
—Guau, nena, ¿Qué estás haciendo?
Caí sobre Cade, riendo. Pensé que estaba
borracho, ya había
pasado un rato... Realmente me había impactado.
Yo estaba
posiblemente más ida de lo que alguna vez había
estado.
—Los zapatos son estúpidos. ¿Por qué la gente los
usa?
Él se rió. —Para no pisar un clavo y obtener el
tétanos, es por eso.
—Usar. Cuando. Usar. Usaaaarrrrr.
Se echó a reír, así que me eché a reír, a pesar
de que no tenía ni
idea de lo que era gracioso.
—Eres adorable. Ven aquí. Te voy a dar un paseo a
casa, a cuestas,
para cuidar tus pies.
—¡Yay!
Me puse en cuclillas, y salté sobre su espalda.
Con mis zapatos de
tacón en sus manos, se tambaleaba por el camino.
Cuando entramos en
mi estacionamiento, yo estaba cantando una
canción que decía algo así
como:
—¡Cade es mi héroe! ¡Zero to Hero!
—¿Qué quiere decir Zero? ¡Nunca fui un Zero!
—¡Cade es mi mejor amigo! ¡Un día vamos a estar
en el West End!
—¡Su coche huele a queso! ¡Sólo quiero darle un
apretón!
Rusty llamó: —¡Dale un apretón en privado!
—¡Y Rusty es un idiota! Y el viento en mi pelo
huele ¡zas!.
E
Cade se rió. —¿No querrás decir los sonidos?
—¿Lo qué suena?
—No importa, se rió entre dientes.
Vi en mi apartamento salir la luz.
—Oh, mierda. He olvidado mi bolso.
—Yo lo tengo, nena.
—¿En serio? ¡Eres el mejor!
Le di un beso muy fuerte. Que había estado
apuntando a su mejilla,
pero creo que aterrizó en algún lugar de su
cuello.
En ese momento, oí gritar a Jeremy: —¡Oye, Mr. T!
¿Qué pasa?
—¿Hay un luchador aquí? —Le pregunté.
—No, es el señor Taylor.
Chillé, solté el hombro de Cade, y me incliné
hacia atrás para mirar
sobre él. Al hacerlo, me hizo perder el
equilibrio de su lado, y los dos caímos
al suelo, él encima de mí.
Gemí.
—¡Mierrrrda! Cade pesa mucho. ¡Mucho más de lo
que pensaba! —
Gemí.
Me sentía a la deriva, mi mundo se mecía como si
estuviera en el
mar.
Cade dijo: —Hey Mr. Taylor.
—Hola, Cade. ¿Estás bien?
—Por supuesto. —Se levantó sobre sus rodillas, y
luego me levantó.
Cuando él trató de levantarme, tuve un buen
vistazo de Garrick
mirándome fijamente. Su cabello era sexy y su
sonrisa tan hermosa.
No era justo que él se viera tan bien.
Gemí y tape mis ojos.
—¿Por qué el mundo me odia?
Los dos se rieron, pero no era gracioso. EN
SERIO. ¿Por qué el mundo
me odia?
—Vamos, nena —Cade trató de levantarme, pero mi
cuerpo estaba
muerto.
—No creo que pueda soportar —le dije—. Me siento
como un fideo
mojado.
—¿Ahora? —Apareció la cara divertida de Cade
lejos de mí, y mis
ojos se cerraron—. ¿Le importa, Sr. Taylor?
Lo siguiente que supe fue que estaba en el aire y
volando. Me incliné
hacia mi izquierda, y allí estaba el lado de la
cara de Garrick. Era una cara
bonita. Mi brazo estaba alrededor de su hombro, y
juntos, él y Cade me
estaban llevando. Garrick se apoderó de mí por
completo, mientras Cade
se agachó y rebuscó en el bolso por mis llaves.
Apoyé la cabeza contra el pecho de Garrick.
—Hueles tan bien. ¿Por qué siempre hueles tan
bien?
Cade se rió. —Biiiien. Y esa es la señal para que
el profesor se vaya.
Solté a Garrick, y el brazo de Cade envuelto
alrededor de mi cintura.
—Lo siento, señor Taylor.
—No es un gran problema.
—Escucha, estará horrorizada si supiera que la
viste así. Juro que no
es normalmente así. Ella solo ha estado muy
estresada últimamente por
alguna razón.
—Está bien, Cade. Te lo prometo. Buenas noches,
Bliss.
Me animo y le agarro la manga de su camisa. —No,
quédate.
Rusty apareció entonces, su acordeón todavía en
la mano.
—Sí, Garrick, quédate. Bliss tiene vodka.
Garrick me sonrió. —Creo que Bliss ha tenido
suficiente. Y gracias por
la oferta, pero todavía hay algunas líneas que no
debí cruzar —Sus ojos se
encontraron con los míos, y yo sabía que no
estaba hablando de la fiesta.
Eso me calmó un poco, no mucho, pero lo
suficiente para saber que
estaba haciendo el ridículo.
—Ustedes tengan cuidado. Que se diviertan.
Entonces él se alejó, y Cade me ayudó a entrar e
ir hacia el sofá.
Los chicos estaban asaltando mi nevera, y Kelsey
se sentó a mi lado
en el sofá.
—Así que, tu amante lucía bastante bien esta
noche.
—Kelsey! ¡Cállate!
—¿Qué? Nadie me ha oído.
Miré a mí alrededor. Ella tenía razón. Los chicos
estaban robando
comida de mi despensa. Lindsay y Victoria estaban
vertiendo vodka en
vasos de jugo de naranja. Cuando yo estaba segura
de que nadie me
prestaba atención, volví a mirar a Kelsey.
—Él siempre se ve bien. No sé cuánto tiempo más
podré manejar
esto. Un día voy a arder espontáneamente y a
saltar sobre él en medio de
la clase.
Ella se rió. —Tan interesante como eso sería....
tú sabes que es una
idea terrible. Al parecer era lo suficientemente
bueno para que se lo quiera
más, pero no es como si fuera un misterio que te
mueres por descifrar. Sólo
necesitas una distracción.
Asentí con la cabeza a medias, a pesar de que yo
estaba bastante
segura de que nada me distraería de querer a
Garrick. Y lo que Kelsey no
sabía era que él seguía siendo un misterio para
mí. Y Dios, quiero jugar a ser
Nancy Drew.
Los ojos de Kelsey brillaron, y me empujó hacia
arriba y fuera de mi
regazo.
—¿Sabes qué juego nunca he jugado? —preguntó ella
a toda la
habitación—. ¡Girar la botella!
Victoria miró con escepticismo. —¿Nunca has jugado
girar la
botella? ¿En serio?
Kelsey se encogió de hombros y se volvió a
mirarme por encima del
hombro, y me guiñó un ojo. —¿Qué puedo decir?
—Continuó—. Yo era
una flor tardía. Cuando estas señoras entraron
—Hizo un gesto a sus tetas
descomunales—, la gente había dejado de necesitar
un juego como
excusa para besar.
Cade levantó una ceja. —¿Y necesitamos una excusa
ahora?
Saltó del sofá, y se establecieron estilo indio
en el suelo, agarrando
una botella de agua medio llena de la mesa de
café.
—Por supuesto que no. Pero el juego es
emocionante.
Ella me agarró del brazo y tiró de él. Aterricé
en el suelo, riendo
histéricamente.
—¿Ves? —dijoKelsey—. Bliss ya se está
divirtiendo. Vic, trae el vodka!
Vamos a hacer esto un poco más interesante. Esto
es la versión adulta de
Gira la botella. Lo que significa que nada de
besos en los labios. Quiero ver
la lengua.
—Juro, Kelsey, eres más pervertida que la mayoría
de chicos que
conozco —dijo Lindsay.
—¡Gracias! Ahora, no soy razonable. Puedes optar
por hacer un beso
una vez.... pero hay que hacer un tiro de
penalidad.
La mayoría de los chicos parecieron aliviados.
Rusty parecía
decepcionado.
—Hay muchas más chicas que chicos —señaló
Lindsay.
Victoria sonrió. —Tal vez deberíamos ir a buscar
a Garrick y que
juegue con nosotros.
Palidecí. —¡No! Por supuesto que no.
—Dios, Bliss, eres una mojigata.
Kelsey me envió una sonrisa de complicidad. Y
definitivamente
necesito una distracción. Me extendió la mano y
empezó el giro de la
botella.
Aterrizó en Rusty, y yo ni siquiera le di la
oportunidad de optar por el
beso. Me incliné sobre el círculo, agarré su
cuello y tiré de él hacia mí.
Estaba lo suficientemente borracha, así que el
beso fue un poco
descuidado, pero estábamos todos borrachos, así
que ¿Qué más daba?
Le di un beso por unos segundos más, antes de
empujarlo hacia abajo y
caer de nuevo a mi asiento.
Rusty silbó. —Maldita chica. Si no fuera 110%
gay, te pediría ahora
mismo.
Tiré mi cabeza hacia atrás y me reí. Me sentí
bien dejarlo pasar.
Rusty fue el siguiente, y el pobre Jeremy fue la
siguiente víctima.
Cogió la botella de vodka y dijo: —No te ofendas,
Rusty, pero
simplemente no eres mi tipo —Él sonrió, tomó un
gran trago y luego plantó
un beso en la velocidad del rayo a los labios de
Rusty.
Llamaron a la puerta, y Kelsey saltó y saltó por
el pasillo. Volvió con
diez personas más a nuestro departamento.
—¿No te importa, verdad? —Me lo pidió. Era como
Kelsey invita
primero y luego el permiso después. Negué con la
cabeza de todos
modos.
—Excelente, tomen sus asientos damas y
caballeros. Es hora de un
poco de libertinaje.
Y en realidad no había otro término para eso. En
cuestión de
minutos, había visto a tantos amigos haciendo
cosas con sus amigos, sin
importar si se gustaban o el pensamiento de unos
a otros como hermanos.
Por una noche pusimos todo a un lado y dejamos
que una botella de
Aquafina determinara nuestras vidas.
La próxima vez que la botella cayera sobre mí, la
ruleta se detuvo en
dos chicas. Los chicos todos nos abuchearon
cuando ambos eligieron el
penalti. Pero animaron a nuestro beso de todos
modos. Riendo, hizo girar la
botella de nuevo y aterrizó en Cade.
Cade tuvo un lindo chico, justo abajo la sonrisa
infantil se fijó en mí
ahora. Me encogí de hombros y me arrastró hacia
él. De rodillas ante él,
puse mis manos sobre sus hombros y me incliné.
El beso era como cualquier otro beso al
principio... y, de repente, no
lo era. La mano de Cade acunó mi cabeza y su otra
tiraba mi cintura. Sus
labios se movían contra los míos, febrilmente,
con desesperación, como si
el mundo estaba a punto de terminar y esta era su
última oportunidad de
ser feliz.
El beso fue lo suficientemente fuerte como para
abrir un hueco de
calor en mi estómago, pero lo suficientemente
suave como para que
sintiera como si estuviera siendo adorada. Por un
momento, me olvidé de
dónde estaba y con quién estaba y me deleitaba en
el calor, en el placer.
Entonces alguien silbó y, pieza por pieza, todo
el mundo volvió a mí.
Abrí los ojos para mirar a mi amigo, que me había
besado como si quisiera
ser todo lo contrario.
Volví a mi lado del círculo, ignorando los
comentarios de mis amigos
sobre el beso. Aturdida y confundida mucho más
allá, me retiré en las
vueltas siguientes.
Podía sentir sus ojos en mí. Los de Cade seguro,
probablemente
también los de Kelsey. Pero mi mente estaba
enfocada en mantenerse
junta, porque yo era una grieta lejos de
desintegrarse.
Estábamos borrachos. Probablemente no quería
decir nada. Y yo
estaba en tan mal estado por lo de Garrick, que
estaba desesperada por
relacionarme con alguien. Eso fue todo.
No significaba nada.
Seguimos siendo amigos. Cade y yo siempre seremos
amigos.
Me quedé unos minutos más, hasta que la cabeza me
daba
demasiadas vueltas. Me sentía un poco mal del
estómago.
Me levanté y me excusé, invitando a todos a
quedarse todo el
tiempo que quisiera. Les dije dónde encontrar más
mantas y almohadas si
querían quedarse y dormir, y luego me retiré a mi
habitación,
arrastrándome bajo las sábanas, y dejando caer la
sonrisa forzada.
Me dije que las cosas estarían mejor en la
mañana.
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